La italiana que vive en Amsterdam
Ayer pase todo el día con una gran amiga.
Una de las grandes ventajas de este trabajo es que me permite conocer gente de todo el mundo. muchas veces las amistades no duran o simplemente sabes que son temporales;Sin embargo Laura, tan única y genial, Laura, siempre fue de las pocas personas de las que supe casi inmediatamente que iba a ser mi amiga por siempre.
Después de casi 6 años de planeación y cientos de invitaciones por fin pude visitarla en la ciudad que ha hecho suya. Cómo buena viajera de corazón esta chaparra italiana ha viajado como si fuera embajadora y ha conquistado el mundo como campeona.
Fui la segunda persona en la salida de empleados, moría de ganas de ver la cara de Laura cuando recibiera los frijol iros, el chilorio, la cochina y el chocolate abuelita que traje conmigo anticipando nuestro empleo: su sonrisa lo dijo todo.
¿Qué hacer en Amsterdam con una gran amiga? Pues comer y platicar…No importa lo exótico del lugar, ante una amistad como esta la locación no importa, ponerse al día, compartir los nuevos sueños, reseñar las últimas aventuras se pone en primer lugar. básico, de corazón básico.
Laura estuvo en barcos como yo y sabe de la necesidad de “lo básico” cuando se trabaja en alta mar. Lo mejor del día fue definitivamente andar en bicicleta y explorar la ciudad, sentir el aire en mi cara y ser testigo de un río día de sol en Holanda. Parque verde, rubios en el césped. amistad, tiramisu y muchas risas.
7 de junio, un gran día en Amsterdam.